«A este gobierno no le tiembla el pulso» dice Arévalo
Arévalo pasó de defender a su ministro a proclamar “firmeza” para «renovar» al equipo. El giro refleja una reacción oportunista ante un escándalo que claramente lo rebasó. Mientras tanto, el exministro Francisco Jiménez habría salido del país, luego de asegurar que «no descansaría hasta capturar hasta al último de los criminales».
Redacción
El mandatario publicó en su cuenta de X un mensaje con tono triunfalista y autocomplaciente:
“Un gobierno no se caracteriza por los desafíos que enfrenta, sino por cómo los resuelve. A este gobierno no le tiembla el pulso: por eso decidí renovar el equipo de Mingob”.

En el mismo texto anunció la juramentación de Marco Antonio Villeda como nuevo ministro de Gobernación, junto a Estuardo Roberto Solórzano y Víctor Hugo Cruz como viceministros de Seguridad y Antinarcóticos.
En cuestión de días, Arévalo pasó de defender la continuidad de su ministro a publicar un mensaje de “firmeza” y “renovación”.
Tal parece que para el mandatario las palabras sirven más para contener el momento político que para explicar decisiones reales de gobierno.
La narrativa presidencial ha comenzado a desgastarse en su propio eco. Lo que se presenta como “capacidad de reacción” es, en los hechos, una corrección forzada por la presión social y mediática.
No es la primera vez que el mandatario utiliza el discurso como salvavidas temporal.
Hablar de “no temblar el pulso” después de negar la necesidad de cambios es, cuando menos, un gesto de oportunismo político. En este caso, la comunicación presidencial parece funcionar más como un mecanismo de control de daños que como un ejercicio de rendición de cuentas.









