Arévalo opta por comprar pobreza o la versión UNE 2.0
Así es, el flamante gobernante de turno, que no sabe qué hacer con el dinero público llegó a la conclusión de que, para combatir la pobreza y el hambre, es bueno regalar dinero en efectivo. Hay que recalcar que ni la pobreza ni el hambre serán resueltos con dicho dinero, en principio porque su entrega será puntual, o sea, que tendrá una duración de seis meses.
Es bueno recordar que esta opción, por demás clientelar como afirman varios diputados de la oposición, así como varios analistas que no “nadan en las aguas del oficialismo”, no es una medida novedosa, de hecho es una versión pirata de la entrega del bono seguro que desarrollo la administración de Álvaro Colom y su esposa Sandra Colom que luego seria solo Sandra Torres, valga recordar que a pesar de que el cumplimiento de este programa se prolongo por años e iba coordinado con supuestos monitoreos de salud en niños y mujeres y, asistencia a las escuelas públicas, los números de pobreza al finalizar dicho periodo seguían siendo los mismos, nada había cambiado, excepto que se había ampliado la base clientelar del Partido y por supuesto, el voto duro para Sandra Torres.
Para algunos semillalovers, dicho programa solo demuestra qué tan solidario y empático es el presidente con los pobres y, quien los cuestione, solo puede provenir de “los rincones más oscuros del pacto de corruptos”. La historia nos da pistas para entender lo que está pasando ahora por la cabeza de estos políticos aprendices de populistas.
Primero, en efecto no les importan ni el hambre ni la pobreza: les interesa la voluntad que los beneficiaros muestran una vez se les paga, por eso lo hizo Sandra Torres y todos los demás gobernantes que ha regalado cosas sin otro objetivo que hacerse de lealtades.
Segundo, es obvio que detrás de este dinero está el pago a quienes apoyaron los bloqueos del año pasado, o de repente es el adelanto a futuras muestras de fuerza cuando sea necesario, porque de lo que si estamos seguros es de que ni los 48 Cantones, las alcaldías indígenas y los de Bethania actúan gratis, y
Tercero, ese flujo adicional de dinero va a incrementar la inflación. Probablemente va a “ayudar” a los beneficiarios durante el tiempo que reciban la dádiva, pero a la larga va a afectar a toda la población porque va a encarecer el precio de todo. Y claro, el mismo argumento va a ser utilizado para a proponer otro plan similar a este y que regalen de nuevo más dinero.
La izquierda vernácula en Guatemala ha demostrado ser igual de corrupta que toda la casta política, la única diferencia parece ser el uso indiscriminado de la fafa periodística. En más de seis meses el llamado periodismo comprometido sigue dormido, disfrutando un sueño pagado con impuestos.
En este momento, las palabras del difunto presidente de Estados Unidos Ronald Reagan adquieren mucho más sentido, “el mejor subsidio es el empleo”, si el problema endémico es el hambre y desde hace no menos de 60 años se han estado implementando programas para acabar con él, creo que el problema es el mismo Estado porque lo que es un hecho es que los miles de funcionarios que han pasado por esos programas si que gozan de una reluciente salud.
Arévalo no ha tardado en recurrir a formulas fracasadas, y lo peor es que sin argumentos, al menos sus predecesores se esforzaban en presentar programas rimbombantes, este gobierno simplemente ha dado el monto de dinero que va repartir a la cantidad de personas que serán beneficiadas en la lotería asistencialista y ya.
El declive es evidente, o más bien la estrategia es clara, este es el clásico movimiento de pagar por adelantado a quienes se les requerirá sus aprestos para tumbar a la fiscal general y a las Cortes, ojalá me equivoque, pero el problema es que la historia en este momento nos puede dar muchas luces para entender la mente del político.